@gustavo creo que la gran lección de la experiencia kibutz es que el salto a lo productivo funciona cuando previamente, se ha trabajado en equipo con la misma gente, se ha convivido con cierta regularidad y ha aparecido la fraternidad organizando actividades, aprendiendo, trabajando juntos. Yo no aceleraría el proceso sino que dejaría que se diera espontáneamente. 

Igual con las actividades distribuidas geográficamente. ¡¡¡Nada mejor!!! Ese es el objetivo, permitiría además invitar amigos de todos con mucha más facilidad, pero igual, seamos prudentes, partamos de Madrid que es un sitio casi equidistante de las demás ciudades donde estamos en España, consolidemos ahí una rutina de actividades y con los equipos ya consolidados y la rutina hecha, empecemos a pensar en actividades en otros lugares con más probabilidad de que sean sostenibles.

La idea es que haya cosas antes y después de cada actividad en cada encuentro. Precisamente para eso están pensadas tan cortitas aunque el encuentro se piensa de viernes a domingo, para que los objetivos de cada una no ahoguen la espontaneidad de las cosas que surgirán, el tiempo de charla, los paseos, las partidas de !go, etc. Esa es otra cosa que aprendimos en Somero: mejor hacer más breves los programas para que el «fuera de programa» sea más amplio que es a las finales, lo más importante.

Y sobre el online, totalmente de acuerdo, también tendrá más enjundia... pero creo que eso saldrá solo cuando hagamos los programas.